Es una receta de origen estadounidense, e incluye añadidos como glaseado, buttercream, fondant, etc, etc..., antiguamente cómo no existían los moldes para magdalenas los hacían en tacitas, y de ahí viene su nombre, por cierto, muy difícil de pronunciar para una manchegurria como yo.
Mi primer intento de hacer cupcakes fue un poco penoso, se supone que, las voy a llamar "magdalenitas", se deben quedar planas y no subir al hornearlas y que todas deben guardar cierta homogeneidad.
Pues las mías no!!! toooooddddaaass diferentes, jo, que desastre.
El primer consejo, calcular bien y poner la misma cantidad en cada cápsula y no a ojímetro como hice yo, así pasó, unas canijas y otras gordotas.
Superada la fase de hornear vino la segunda lucha, el buttercream...
Yo no tengo la super KitchenAid, una maquinita ideal en este mundo repostero, yo uso mi Thermomix y por lo que comprobé, no de forma correcta para estos menesteres porque se calentaba, el buttercream perdía consistencia y ploffff, se venía abajo al decorar el cupcake.
Yo no tengo la super KitchenAid, una maquinita ideal en este mundo repostero, yo uso mi Thermomix y por lo que comprobé, no de forma correcta para estos menesteres porque se calentaba, el buttercream perdía consistencia y ploffff, se venía abajo al decorar el cupcake.
El tiempo pasa deprisa, yo luchando con la decoración, la cena es a las diez y todavía me tengo que arreglar y pintar el ojo ¡¡¡¡¡¡qué estréssss!!!!!!!.
Me da igual como vaya pero yo llevo mi cajita de cupcakes como está mandao y sobre todo en esta ocasión especial, el cumple de mi amigo de toda la vida Jesús.
Que no llego, me pongo el tacón y foto cutre rapidíiiissssima para inmortalizar mis primeros cupcakes...
Hice las magdalenitas siguiendo al dedillo la receta de vainilla infalible de Alma´s cupcakes, echad un ojo a su blog, hace maravillas y además es divertidísima.
Para el buttercream utilicé la receta que Julia de Postreadicción nos facilitó en su Curso Combinado, simplemente espectacularrrrrrr...