Este año no había pensado en nada especial para hacer en el día de San Valentín, pero tenía horneadas unas galletas con formas básicas con las que quería probar los diferentes efectos que estoy viendo últimamente por la red más galletera, como el efecto musgo, madera, craquelado, piedra y el más antiguo, el efecto pizarra.
Y cuando las acabé pensé en aprovecharlas para este día poniendo un simple corazón rojo.
Las blancas son las craqueladas, como si la pintura estuviese cuarteada, es que en la foto no se aprecia nada, de todas formas he de decir, que tengo que practicar y practicar hasta conseguir mejorar esos efectos, porque quedan genial y me encantan.
Un abrazo.